Configurar un sistema de sonido de alta gama para oídos más exigentes, generalmente supone primero armarse del presupuesto adecuado, que es finalmente lo que manda a la hora de escoger los componentes que iremos disponiendo para armar la cadena de audio.
Aquí podríamos decir que en general existe cierta convención en que debemos dedicar un 30% a la fuente, un 30% al amplificador y un 40% a las cajas acústicas, sin olvidar un 10% extra del monto total para los diferentes accesorios y cables.
Sólo cuando ya estamos medianamente conformes – ¿se puede estar alguna vez conforme del todo?- podemos ir ocupándonos de pensar de qué manera podemos sacar el máximo provecho a la electrónica propiamente tal. Si te preguntas si acaso existe manera de lograrlo? La respuesta es un abundante sí.
La filosofía del ajuste fino

Si la alta fidelidad supone un estándar superior, lo que se busca entonces son productos cuyo diseño y construcción garanticen que sea lo más neutro posible desde el punto de vista de la acústica. En otras palabras, que esté libre de vibraciones y resonancias para que la cadena partiendo por el componente encargado de captar la información contenida en la fuente, para nuestro caso, el surco del disco, no se vea afectado por perturbaciones externas que ensucien y degraden el resultado final: el sonido.
Es aquí donde entra la firma Omicron y sus multipremiados accesorios fine tuning, que precisamente atienden a esta problemática de limpiar el escenario para que los componentes de audio protagonistas de esta obra, tengan un desempeño perfecto.
Fundada por Mauro Mauri en 1998, tras más de veinte años de experiencia en el campo de la mecánica de precisión como propietario y diseñador, la firma Omicron nace por una intensa pasión por la música, donde la búsqueda de la perfección es el enfoque principal en la construcción de sus productos. Así es como la tecnología, la innovación y la investigación científica, son los pilares centrales sobre los que se sustenta principalmente esta novedosa marca italiana.
Importada recientemente a Chile por Gira2, esta prestigiosa marca utiliza patentes industriales originales y propias para la realización de estructuras modulares para mesas de gama alta y para la realización de su línea Magic Dream, que son los primeros accesorios hi-end que se introducen en el mercado, y los primeros en ser los más imitados del mundo.
“Todo el universo es vibración, la luz es vibración, el sonido es vibración. No pienses en eliminar las vibraciones, sino en aprovecharlas al máximo”. Bajo esta máxima, Mauri creó esta línea de componentes centrados en cada elemento de la cadena que mencionamos más arriba: primero fuente, segundo control+amplificación y tercero cajas acústicas.
Y es que el concepto fundamental de los accesorios Magic Dream es que disipan la energía transformándola en movimiento giratorio. La ventaja de este sistema, es que puede disipar grandes cantidades de energía en un tiempo inmediato a la transmisión de vibraciones con el resultado de una clara mejora en la reproducción del sonido.
¿Cómo y dónde funcionan?
En un sistema Hi-Fi doméstico existen 3 sectores completamente diferentes donde podemos interactuar para mejorar el sonido:

Pies de desacoplamiento: colocados debajo de la electrónica y los altavoces. Para desacoplar respectivamente del estante y del suelo donde se coloquen.

Estabilizadores de vibración: colocados arriba de la electrónica y los altavoces. Interactúan disipando energía del chasis de los componentes y de los gabinetes de los altavoces.

Portacables: que interaccionan sobre la corriente que circula por el interior de los cables.
En estos tres casos, las energías involucradas son completamente diferentes tanto en concepto físico como científico. Para una puesta a punto final y optimizada de cualquier sistema Hi-Fi, no se debe descuidar ninguna de estas tres variables principales.
Si quieres adquirir o conocer más sobre estos productos, ingresa a gira2.cl.