Una zapatería que a la vez es disquería. O una disquería que también es zapatería. No sabría elegir, porque don Elkin Giraldo, el amable dueño y anfitrión de Zapatería Cosmos atiende con la misma diligencia a los varones que llegan por el más fino de los calzados y quienes lo hacemos a explorar una de las más exquisitas colecciones de música en la capital colombiana. Su entrada confunde, ya que junto a vitrinas llenas de zapatos de cuero, se divisan algunas cajas de discos en oferta al irrisorio precio de dos mil colombianos (casi $600 en moneda chilena). Si se tiene tiempo, de seguro se encuentran un par de buenos discos, pero si uno quiere ir directamente a lo más selecto, hay que hablar con don Elkin quien, luego de pedirte amablemente que te deshagas de los bolsos, te conduce –escaleras arriba- a la sala del tesoro.

Y allá arriba es otro mundo. Es algo así como el living soñado: más de cien mil discos distribuidos minuciosamente en decenas de estanterías y hasta una silla mecedora para mirar con calma. ¿Qué se encuentra? De todo, menos zapatos. Rock clásico, pop ochentero, música del mundo, docta y, por supuesto, música colombiana. Recordemos que Colombia fue fructífera en producción discográfica, de ahí proceden las colecciones de las monumentales Discos Fuentes, Codiscos, Discos Victoria, Sonolux y las independientes (y muy respetadas) Felito Records, Machuca o Costeño, todos sellos con fabricación de acetatos made in Colombia.
En mi caso, la búsqueda se focalizó en la especialidad de la casa: tropical colombiano y música africana. Cinco cajas y dos repisas, unas dos horas de tranquila y relajada búsqueda que dejó una cosecha de quince discos en excelentes condiciones, tanto el vinilo como su portada (muy por sobre la media de lo que se encuentra en Colombia).

Pese a tener un catálogo admirable, don Elkin no se define a sí mismo como un coleccionista, conocedor ni melómano. No es de los vendedores que te asesora, hace recomendaciones o sea dado a la verborrea. Te da las indicaciones, te muestra los estantes donde debes buscar y te deja tranquilo, sabiendo que si llegas al segundo piso es porque algo sabes de música. Don Elkin prefiere el pragmatismo: él está ahí por el negocio.
Hoy Zapatería Cosmos vende más discos que zapatos, por lo que como principal fuente de ingresos, su dueño sabe perfectamente cuánto cobrar por los discos que custodia. Recibe a diario a coleccionistas de distintas partes del mundo, casi todos buscando lo mismo: las súper bandas de Discos Fuentes como Afrosound, Wganda Kenya o Fruko y sus Tesos, la psicodelia caribeña de Abelardo Carbonó o los sonidos afro de Son Palenque, Son San y Cumbia Siglo XX. Son discos escasos, y eso los hace costosos. Don Elkin lo sabe y disfruta vendiéndolos, por eso casi ya no le quedan. Pero Zapatería Cosmos aún ofrece en abundancia algunas gemas de la costa caribe como las inmortales Irene Martínez (con los Soneros de Gamero), La Niña Emilia, La Cumbia Soledeña, los siempre sabrosos compilados “14 Cañonazos Bailables” de Discos Fuentes y una decente selección de música africana y champeta criolla. Los precios de estos discos van desde los 10 a 25 mil colombianos ($2.800 a $7.000), precios bastante buenos considerando que, por ejemplo, en sitios como Discogs se transan en un promedio de 30 euros.


A todo esto, ¿cómo fue que una zapatería se convirtió, además, en disquería? Don Elkin comenzó a comprar discos por gusto. De pronto se dio cuenta que tenía varios y los fue acumulando en la zapatería. Un día se dio cuenta que los señores que entraban (Cosmos siempre ha sido una zapatería para varones) se fijaban más en los discos que en los zapatos y eso bastó para que don Elkin supiera cuál era el norte de su negocio: probablemente la única zapatería del mundo que además es disquería, ¿o era al revés?