Publican reedición limitada de «Manduka» en vinilo con audio remasterizado

Lanzado por IRT en 1972, hoy vuelve a las estanterías una pieza esencial de la música popular chilena de la mano de M&E Discos.

El debut homónimo del músico, poeta y artista plástico, Manduka, vuelve a estar al alcance de melómanos y coleccionistas en formato físico gracias a M&E Discos y la reedición de esta buscada pieza musical, que estará disponible a partir del 18 de mayo con una versión renovada en audio y arte por primera vez desde su publicación en 1972 por el sello IRT.

«Manduka» estará disponible en las principales disquerías de Chile en formato vinilo full remasterizado y edición limitada de 500 copias.

En Santiago se podrán encargar copias a través de la disquería on line «Llegando los Monos», entre otros puntos de venta que incluye también supermercados de todo el país.

Manduka: El debut de un eterno extranjero

Por Andréz Zúñiga Mella.

Es difícil imaginar la trascendencia e impacto de la Nueva Canción Chilena sin el exilio. Inti Illimani y Payo Grondona en Italia, Eduardo Guzmán de Quelentaro en Argentina, Osvaldo “Gitano” Rodríguez en la ex Checoslovaquia y la gran colonia artística chilena que recayó en Francia, liderados por Quilapayún y los hermanos Parra, pero que además contaba, entre otros, con Patricio Manns (luego de fructíferos años en Cuba) y Héctor Pavez, quien muere en ese país sin volver jamás a su tierra.

En algún momento, antes del golpe de Estado de 1973, fue Chile el que cumplió el rol de patria acogedora para una serie de artistas que escapaban de las dictaduras que comenzaban a instalarse en el continente. Era algo obvio, llegaban a un país modelo, una nación ejemplar, la única en todo el mundo que abrazaba al socialismo por la vía democrática. Uno de esos artistas fue Alexandre Manuel Thiago de Mello, un brasileño de 18 años, que dejaría una fina, pero imborrable huella bajo el alias de Manduka.

Contraportada del álbum Manduka edición 2020.

Fue Julio Numhauser –en ese entonces integrante de Amerindios y director artístico del sello IRT–  quien ofreció a Manduka la grabación de su primer álbum. Conocía de antes al joven talento: Alexandre Manuel era hijo del el poeta Thiago de Mello, poeta brasileño que tenía una estrecha relación con Chile por su amistad con Pablo Neruda y sus viajes diplomáticos en los que tantas veces lo acompañó su hijo adolescente. Manduka entró al estudio con, lo que la perspectiva del tiempo, permite definir como una banda de acompañamiento soñada: la cantautora venezolana Soledad Bravo (voz), Patricio Castillo de Amerindios y Quilapayún (charango y flauta), Baltasar Villaseca de Congregación (guitarra), Julio Numhauser de Amerindios (armónica) y Gabriel (tumbadora) y Eduardo Parra (bongó) de Los Jaivas.

Con un repertorio en portugués y español, el debut de Manduka es un poderoso y emotivo ejercicio de free folk; a ratos melancólico como buen disco de exilio (Yo, que de los hijos tuyos / Vine a quererte demasiado canta en “Patria amada, idolatrada, Salve” y Yo no sé cuáles son los ríos / Que van tranquilos hasta el mar / Pero mi viaje no se apura / Siempre me gustó navegar susurra en la hermosa “De un extranjero”); a ratos tierno como en el tradicional peruano “Naranjita”; también eufórico en la intraducible (y libre) samba “Oticumana”; y claro, rabioso y denunciante como en “Brasil 1950” su manifiesto en contra de la colonización portuguesa, que es también una metáfora a la segunda invasión a su patria a manos de los Estados Unidos con su Plan Cóndor y el apoyo irrestricto a la dictadura brasileña.

Cierra el disco una de las mejores versiones que se han hecho de Violeta Parra, un demoledora “Qué dirá el santo padre” con Eduardo y Gabriel Parra sacando fuego a las percusiones.

Tres años más tarde, en un nuevo exilio tras el golpe de Estado chileno, Manduka se volvería a encontrar con Eduardo y Gabriel y el resto de Los Jaivas en Zárate, Argentina. Allí grabarían “Los sueños de América” (que saldría recién editado en 1979), el conjunto de canciones e improvisaciones que fueron el resultado de lo que ellos mismos bautizaron como el “Primer Encuentro Latinoamericano de la Soledad”.

Manduka es uno de los más importantes documentos sonoros (y espirituales) de la canción sudamericana de los años 70, y su última reedición en vinilo conocida fue en 2017 por el sello italiano Ascensionale en sólo 250 copias. 

En la foto, de izquierda a derecha en la línea superior: Rosco Melo, Alberto Valin, Gabriel, Eduardo, Claudio y Alejandro Parra. Abajo de izquierda a derecha: Pájaro Canzani, Gato Alquinta, Jimi Mostazo, Manduka, y el ilustrador René Olivares.

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